A menudo ocurren cosas inesperadas: ¡esto también se aplica a los gestos bonitos de la vida!.

Una vez más, Teresa se sorprendió positivamente de nuestra disposición a donar. En realidad, sólo esperaba recoger la hermosa Bodeguera Tokio.

Pero además, el maletero del coche de su nueva dueña estaba repleto de comida para las bocas hambrientas de los residentes de su refugio. Sin decírselo, ¡habíamos comprado comida para perros y gatos! 66 kilos de comida seca y 19 kilos de comida enlatada encontraron un buen uso en la casa de Teresa en Baeza.

[Muchas gracias a la gran señora de Tokio.... muchas gracias por llevar esta carga desde Alemania hasta el sur de España[/b]